"La consigna más infame que pregonan en mi universidad es: ¡ prohibida la política!, ignorando que éste es el escenario más propicio para que germine la urgente transformación social." (Ulises Rou).
La anterior frase, aunque no es de mi autoría, si es de mi devoción. La escribió un elocuente compañero y amigo mío; pero lo realmente sustancioso en éste cuento es que sí, es acertada, completamente dicha aseveración.
Sucede entonces que las Universidades, públicas o privadas, o por extensión todas las instituciones de educación o formación superior deben, necesariamente, conseguir un cambio paradigmático en varios sentidos (cultural, social, económico, tecnológico, laboral e incluso religioso), esto con el fin de generar verdadero progreso nacional -no oligárquico- repito, progreso nacional, es decir, urge la necesidad de construir un país próspero en el ámbito productivo, laboral y científico a través de la educación.
Pero ocurre que esta meta o, más bien, urgencia se ve truncada -eso parece- por los intereses particulares de las empresas o instituciones de educación superior que no son públicas, es decir, las privadas dado que entre sus objetivos primordiales está el lucro o utilidad, necesariamente. Estas instituciones, de alguna u otra manera, ven en lo político o en el estudiante politizado de manera real -no burocratizado- una amenaza para sus actividades. Pero éste miedo es infundamentado, no existe nada de que preocuparse en éste sentido porque el objetivo real de abrir espacios de discución y de construcción de un pensamiento crítico y político en cualquier institución de educación superior es proyectar a un estudiante, hoy, y a un profesional, mañana, con sentido humano y sentido de compromiso en la construcción de una sociedad mejor y que tal individuo verdaderamente contribuya a la solución de los conflictos de diverso índole por los que atraviesa nuestra querida patria Colombia sin que se vean obligados o sin que opten, por ningún motivo, por alguna de tantas formas de violencia. Es decir, debemos derrotar desde lo educativo la mentalidad guerrerista que ha predominado hasta hoy y que ha sido incrementada por gobiernos actuales que creen que el progreso lo construirán sobre bases de sangre, guerra, violencia y miserias que provocan estas a la mayoría de los colombianos. Invertir más en guerra que en educación y trabajo, sencillamente, no es una buena inversión, es un mal "negocio", malísimo para ser más exacto. Esto tenemos que comprenderlo todas y todos los colombianos.
Todo esto que he dicho, aún cuando se dice que estamos en una país de democracia plena y se acusa a otros países de mantener dictaduras y esas cosas, puede sonar subversivo e incluso terrorista (?) precisamente por la falsedad de tal condición arbitrariamente asignada al sitema político vigente. Aclaro, mi intención no es otra sino publicar unas tantas opiniones y una propuesta en proceso de construcción que nacen de la preocupación de muchas y muchos y mías sobre el destino de nuestra nación y su acentuado carácter apolítico sobre todo al interior de las universidades e instituciones de educación y formación superior.
Bueno, para no alargar más éste escrito que no es más que unas cuantas opiniones y una propuesta en construcción que nace de la preocupación de muchas y muchos y mía sobre el destino de nuestra nación y su acentuado carácter apolítico sobre todo al interior de las universidades e instituciones de educación y formación superior.
¡Negación, utopía y construcción!
Entiéndase que para poder solucionar un problema es necesario reconocer que existe y que no puede ser aceptado por siempre, que se debe mejorar, que las cosas no pueden permanecer así, es decir, se debe negar el status quo. Entiéndase que utopía, etimológicamente, es un lugar que no existe más no un lugar imposible o que nunca existirá ("seamos realistas, soñemos lo imposible" Che). Y por último, parcialmente, entiéndase que la utopía no tiene sentido sino no desaparece después, o sea, la utopía es para volverla realidad, construir una sociedad nueva, una patria justa con igualdad debe ser un proceso que asumamos todas y todos.
Israel David Villadiego Flórez
Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco Cartagena.
la idea que nos suministra el compañero israel es de vital importancia, pues seria bueno que por medios de mesas redondas realizada en la universidad pudieramos comentar, de temas al respecto, para tener mas conocimiento del tema, y poder fundamentar al momento d epoder elegir a algun candidato :D
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